lunes, 24 de enero de 2011

EL ARTE DE HACER MAL LA GUERRA. El ejercito Invisible(primera parte)

Corrían tiempos dificiles en las ciudades, se habian formado pequeños comandos bien armados que sitiaban las calles y los francotiradores se apostaban en las azoteas apuntando a todo ser que se moviera por ellas, fuera enemigo o no. Sería conveniente estudiar bien al enemigo.No eran muchos pero gracias a su verbo lograban alterar la verdad del campo de batalla y contaban los muertos por mil y solo eran dos o ninguno. La palabra al fin y al cabo se convertía en su única arma ya que la inferioridad en la experiencia y en los buenos movimientos tacticos los convertian en accesibles ,eran el ejercito invisible En la guerra lo mejor es disparar al centro de la cabeza y dejarse de palabrería.

Yo soy  francotirador, y en una guerra te convierte en una pieza fundamental.Los ciudadanos creen que soy uno mas,pero  cuando llega la noche marcho sin demora a un zulo donde guardo todo mi arsenal, un fusil antiguo pero preciso, ropa de color negro y pasamontañas, utilizo guantes y unas botas que ato por fuera,nunca rezo ni sermoneo, solo me miro en un sucio espejo malcolocado en la pared y decido correr hasta apostarme en mi nueva posición.

No formo parte de ningun ejercito y mis objetivos se ciernen en derrocar al ejercito invisible, y realmente se convierte en uno de mis objetivos mas sencillos de esta guerra de comandos que dañan lo poco que queda de ciudad.

El ejercito invisible está compuesto por un grupo de hombres y mujeres, adiestrados unicamente en la utilizacion de la palabra y en el decoro de la verdad para convertir el normal funcionamiento basandose en algo alterado,incierto e irreconocible. Utilizan de forma sutil las mentiras de sus compañeros para hacer que lo que parecía incierto se transforme en creible y así intentan dañar a las gentes cercanas. Ese es mi objetivo.

Yo fui victima de ellos, y mi perdon se encierra en conseguir que la bala entre bien en la cabeza e intentado acercarme lo máximo a la boca. Mi codigo de buenas formas se escabulle entre el arte de hacer mal la guerra.Nunca me gustó la gente falsa.
El ejercito invisible anuncia panfletos que redactan unos pocos y otros se encargan de repartir,sin escatimar si son verdad o mentira, estos son los peores.En uno de esos cuidadosamente fui tachado de andar con mujeres, de querer poseerlas infielmente, de beber hasta caer y de comportarme como mal hombre.He de reconocer que siempre me gustaron las mujeres, y que beber me divierte,mas la infidelidad se mide por el baremo de la saliva y los jugos y bien sé que los unicos labios que conozco son de las que yo amé o desee firmemente, no de esas que vuelan con las ilusiones de un piropo mal formado o un acercamiento de cadera bañado por el alcohol.Yo soy fiel,pero de alma y de rabia.
Este ejercito vera pronto su final, ya que se autodestruyen cuando interactuan.Yo no quiero esperar a que eso ocurra,prefiero actuar rapido y ya tengo mi estrategia.
Tampoco es bueno esconderse mucho, es mejor que vean de donde viene el proyectil, al no ser peligrosos no tienen apoyo.No solo me conformo con disparar, quiero que me vean la cara cuando agonizen,ese es mi verdadero objetivo.
Siempre perdoné el fin de la vida de estos cangrejos,pero ahora aunque retrocedan dispararé...........

Esta noche, muchos de los oficiales del ejercito invisible han quedado en una casa de putas.Antes cenaran y una vez que enfilen borrachos al lugar me colocaré en ese atico que preparé ayer para la ocasión.Esperaré a que salgan,ya que siempre andan drogados excudadonse unos a otros por telefono,utilizando sus armas con sus propios subordinados y subordinadas especialmente.Es importante que los impactos sean certeros y que los cuerpos delaten el lugar y el estado de su muerte.


CONTINUARÄ

(de este tipo de historias salen las canciones)

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