las moscas lo devoraran todo

“Abro la ventana. En al calle el ruido y el humo, y los naufragios de siempre...“


Viernes 3 de Diciembre Valencia, buen día para empaparse de poesía, para nadar en el underground cultural de esta ciudad que a veces parece que muere por momentos, que la dejan secar al sol hasta pudrirse, que la asesinan sin miramientos.
Tres amigos, del escuadrón Dkasta pusimos rumbo hacia L’Escola del Cabanyal donde a las ocho de la tarde tenía lugar la presentación del libro “Las moscas lo devorarán todo”, un libro de poesía escrito mano a mano entre Sor Kampana Y Kutxi Romero. Era ya casi la hora cuando encontramos la calle donde estaba situada L’Escola, ya estábamos cerca si no fuese porque la encontramos por el numero trescientos y pico y esta vez el pico era largo, vamos que aún nos quedaba un pateo para poder seguir hablando de las cosas que esta vida quita y da. Una vez allí y todo hay que decirlo con cierto retraso(desde aquí doy gracias al amigo que bajó para abrirnos) nos tomamos unas cervezas mientras nos fundíamos en el ambiente, un ambiente que olía a Rock, a cultura, a nicotina, a calle, a reunión de amigos y como no a poesía. Pasados unos minutos y tras la breve presentación que suelen tener estos actos comenzó el recital. La mayoría nos sentamos en el suelo de “las primeras filas” desde donde se tenía una visión perfecta de los dos escritores, de los músicos y de las obras de arte que se exponían y que acompañan en forma de ilustraciones al libro. Sor Kampana y Kutxi se dedicaron a recitarnos e interpretarnos todos los versos de “Las moscas lo devorarán todo” mientras que músicos de la banda valenciana Habrá Cadáver ponían la banda sonora a una media hora cargada de sentimientos, rabia, dejadez, crudeza, fracasos, guerras, balas perdidas, heridas, suicidios, sonrisas, miradas de refilón y fotos para el cajón.

Los maestros recitan ante tanta boca abierta de aprendiz
las nubes se colaron disfrazadas de humo
las miradas se pierden en sueños que acompañan palabras
los ojos no paran de fotografiar y el alma se falca en el suelo.


“... balsámico, aliviador, tenue, triste y cansado, como un antiguo Rock & Roll...”